miércoles, 25 de abril de 2012


 

Mi descarriada imaginación
jugaba malas pasadas,
creía conocer perfectamente
la expresión de sus ojos,
la seda provocadora
de su tierna cintura,
la secuencia de su pensamiento,
movimientos e instintos.
Todo estaba en mi fantasía,
ella era un coto vedado, sin duda.
La veía según mis sentidos
y el rígido código transmitido.
Mientras tanto, ella me percibía
aislada en su mundo.
Conocía mis ojos por los suyos,
descubría mis sentimientos
por su derroche de amor
observando la clave prevista
para descifrar estos enigmas.
Yo era otro coto vedado.
Estábamos fuera cada uno del otro.
Intenté conseguir la intersección
para compartir nuestras vidas,
y fue necesario su paso al frente.
La unión sería sin precedente,
la identificación entera,
mi amada sin temores ni medidas
también me amaría sin frontera
con una entrega diferente.



 

No voy a controlar cada beso,
el número indeterminado
de ese contacto purpurado
ofrecido con total embeleso.
Ni frenarlo por cualquier suceso
en nuestro encuentro deseado,
ni después de haberte mimado
con entrega, nunca en exceso.
Sólo cuidaré con esmero
la sintonía en nuestra comunicación
a través de esta manifestación
de amor sincero.


       
            
        el camino

¿Qué elegiría mí corazón?
Un amor estable,
dulce, comprensivo,
pacifico, duradero y amable
con modosa pulcritud;
o alegre, tierno, intuitivo,
fogoso como un ciclón,
aunque pueda morir en plenitud
por capricho del destino?

jueves, 19 de abril de 2012


 Muralla de Ávila y Arco de los gitanos

No pretendí para nosotros
llegar a ser amantes seguros,
sentados en la comodidad.
Ni comulgar con ruedas de molino
para mejor convivencia.
Mis ardientes deseos
necesitaban construir cada día
la pirámide del amor
y no mirar cara a cara
al espejismo del futuro.
Quería ir labrando los sillares
para todas las alturas,
y ser capaz de trenzar redes
con firmes estructuras,
puesto que destrenzarse podría
la fuerte cohesión del amor
con el pretexto de la paz.



Las sombras en vela
me acorralan sin piedad.
Y mientras mi cuerpo vuela
en la oscuridad,
a través del campo asfaltado
vigilado por moles de cemento,
mi pensamiento
se ve cercado
reducido
diezmado
en un momento.
Y aparece tu recuerdo
omnipresente,
omnipotente.

jueves, 8 de marzo de 2012



 

No  tengo ninguna duda,
fue consciente
de mi maternidad
y carencia de ayuda,
miraba insistente
a los ojos de José
sin docilidad, 
muchas veces altanera
Él los designios suponía
y aceptaba a su manera.
A veces no frené
como podía y sabía
su rabia, lágrimas,
ni aquellos desenlaces
vanos e incapaces
de alterar mi camino
por vanas pláticas ni lástimas,
ni mi destino.
Yo era fuerte como una roca
con aspecto de rosa frágil
de primavera
y traté a Jesús y José
cual dulce compañera
con ilusiones en la boca,
sincera
con palabra sencilla y ágil.
En la dura e insistente
faena de madre entregada
con esmero me apliqué
diligente,
por temores  asaltada,
no me consideré
comprendida ni ayudada


miércoles, 7 de marzo de 2012




Soy libre ahora y antes 
porque quiero libertad total
también para mis semejantes.
No intento detener
el incierto porvenir
la lluvia ni el temporal
el prometedor amanecer
el vuelo de la flor
a quien quiere partir
ni al veleidoso amor.

martes, 28 de febrero de 2012



armonía

Con estilo y arrogante
vuelas,
mujer pletórica,
por el fértil suelo.
Armonizas
el vuelo elegante
y la tersura recia
con la suave seda,
inmersas en tu cuerpo
sin fronteras ni cielo.


hielo y fuego

Nunca sabré del seno tibiamente,
ni de la mañana con suave brisa,
no besaré la boca sin sonrisa
que de violetas muertas se alimente.
No sabré de razón que, tristemente,
luche sólo por eso que precisa,
ni cintura fría siempre sumisa,
ni ojos mudos que vistan su mente.
Sólo sabré del hielo y voraz fuego
que con fuerza purifican las cosas,
de risas, del amor fuerte sin ruego,
de boca fresca, agua clara, rosas,
de la fértil y generosa vida
que se dé total con luz encendida.



 


oración realizada


Nada más llegar a mí has borrado
con un solo golpe de lluvia y viento
los recuerdos tristes, son más de ciento,
vivencias de mi lucha, lo soñado.
Alcé la frente tras ser despertado
aliándome a ti con recogimiento,
gozando de tus besos y tu aliento
unidos en abrazo prolongado.
Sólo tú y yo. Tú lluvia convertida,
yo, cual rama seca reverdecida
surgiendo entre ásperos rastrojos.
Tú eres mi gran oración realizada,
en mi más profunda fibra invocada,
precisa como luz para mis ojos.
  

miércoles, 22 de febrero de 2012


sed



Teresa,
lluvia mía,
quiero calarme
hasta los huesos
de ti.
Te recibí a migajas
como la fina lluvia
que acaricia y no moja.
Quiero mirar al cielo
viendo las nubes
abrirse en tromba
con el tempestuoso torrente
de tus besos,
y tus aguas a raudales,
inundándonos.
Soy como labrador sediento
que ansía tu presencia,
o esa tierra seca necesitada.
Cuando seas mi compañera
verdecerán hasta los metales,
el azul del cielo,
el marrón
y los blancos algodonales.
Pediré más,
inundaciones colosales
para quedar inundado
en las inmensidades
de tu cálido seno
a pesar de recias tempestades.