Nada más llegar a mí
has borrado
con un solo golpe de
lluvia y viento
los recuerdos
tristes, son más de ciento,
vivencias de mi
lucha, lo soñado.
Alcé la frente tras
ser despertado
aliándome a ti con
recogimiento,
gozando de tus besos
y tu aliento
unidos en abrazo
prolongado.
Sólo tú y yo. Tú
lluvia convertida,
yo, cual rama seca
reverdecida
surgiendo entre
ásperos rastrojos.
Tú eres mi gran
oración realizada,
en mi más profunda
fibra invocada,
precisa como luz
para mis ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario